El grado de sofisticación y eficiencia de producción que los pueblos originarios mesoamericanos alcanzaron quedó expresado en los sitios arqueológicos y en las tradiciones vivas aun en buena parte de las excepcionales culturas de esta región.
Los pueblos mesoamericanos estaban produciendo con técnicas agronómicas avanzadas como el uso del riego y las plantaciones planificadas para el efecto. El cacao era parte importantísima de la economía, religión, política y cultura en esta área. Así mismo, es en esta área en donde se encuentra la evidencia arqueológica del conocimiento desarrollado para que el cacao tenga sabor a chocolate por medio de la fermentación y otros procesos postcosecha.
En el área de influencia de la Cultura Cotzumalhuapa, actual municipio de Santa Lucía Cotzumalguapa, en el Departamento de Escuintla a 90 km de la Ciudad de Guatemala, se encontraron 3 sitios arqueológicos con monumentos espectaculares. La roca que se encuentra en la Costa Sur de Guatemala es basalto volcánico, una roca compacta, pesada y muy dura, difícil de trabajar. Esta es la roca que estas culturas esculpieron para dejar patente la evidencia de sus gobernantes, sus deidades, el mundo religioso lleno de referencias al dios de la muerte y a seres híbridos, pero especialmente al cacao.
La dureza de una roca se clasifica por medio de la Escala de Mohs. En el extremo más suave está el talco, con valor 1 y en el otro extremo, el diamante, el mineral más duro del mundo, con un 10. El admirado y pesado mármol se encuentra clasificado como un 3. El basalto volcánico, dependiendo de su composición, puede estar entre 5 y 9 en la misma escala. Es sumamente denso y eso lo hace pesado y muy difícil de trabajar. En tiempos modernos se necesitaría una punta de tungsteno para labrar esta roca.
Entonces, qué tan importante era el cacao para esta cultura, que dedicó muchos monumentos de complejidad, gran tamaño y belleza excepcional como el Monumento 21 de El Bilbao, lleno de frutos de cacao con y sin rostro, en una posible alusión al sacrificio humano según los arqueólogos, o el impresionante Jaguar-Iguana, Monumento 69 de El Baúl. Una magnífica criatura híbrida labrada en una roca que pesa 20 toneladas (lo mismo que la carga de cacao de un contenedor de 40 pies, pero en una roca relativamente pequeña para su peso). En las fauces tiene un cacao con rostro y resulta que la palabra protomaya para la cosecha del cacao es la misma que la palabra para decapitación. Adicionalmente hemos descubierto ahora por historias de abuelos de cacaoteros, que los jaguares decapitan a sus presas, lo cual un dato que amarra todo el arte de Cotzumalhuapa y su relación con el cacao.
El cacao era central en la vida de esta misteriosa cultura, de la que no se ha descifrado la escritura. Aparece también en la pieza central de los tocados de borla de sus gobernantes, lo cual da idea de lo importante que era en la vida política, ritual y económica de la Cultura Cotzumalhuapa. Los expertos están contra el tiempo para salvar la riqueza de esta cultura ya que los 3 sitios están a merced de vándalos y construcciones modernas. Proteger, estudiar y valorar esta cultura y sus impresionantes monumentos y acrópolis es clave para poder dimensionar la contribución al mundo que hicieron y que aun pueden hacer por medio del desarrollo de turismo responsable en el área.
Recomendable empezar por leer el libro del Dr. Oswaldo Chinchilla, de donde salen los dibujos en este post, que pueden encontrar en F&G Editores.
Que interesante artícul, gracis por compartir y que buena idea de este blog